El extraordinario paisaje, mezcla de mar, río y montaña y la salubridad del lugar motivó que a principios del siglo XX se asentara en el arenal de Santa Marina una colonia de aristócratas, burgueses e indianos de fortuna. Este veraneo, es sin duda, el origen del turismo en la comarca y una de las muestras más antiguas del turismo del norte de España.
La urbanización de la playa surgida de aquel turismo incipiente es hoy asombro y admiración para quienes la contemplan, pues se conservan intactas las construcciones originales formando el mayo ejemplo de playa urbanizada del norte de España.
La tradición del turismo en la Villa, sus valores paisajísticos y patrimoniales y el excelente nivel de sus instalaciones contribuyeron a que el municipio fuese declarado en 1997 como “Municipio de Excelencia Turística”.
GEOGRAFÍA
Un paisaje abrupto al lado del mar. El concejo de Ribadesella aparece perfectamente delimitado por una serie de accidentes geográficos: al norte el Cantábrico, al sur una línea de sierras que alcanzan casi los 1000 metros (Sierras de Escapa y El Fito), al este el Río Guadamía y al oeste el arroyo Cerracín. Entre estos límites se extiende el territorio de Ribadesella, con 84 km2, donde se combinan zonas llanas, rasa costera, montañas, playas y acantilados (34 kms. Lineales de costa).
De norte a sur el territorio está dividido por el RÍO SELLA, uno de los más famosos de Asturias. Este prestigio viene motivado por su importancia pesquera, la práctica de turismo activo y especialmente por el Descenso Internacional del Sella.
Las Sierras de Escapa donde se localiza el Mofrechu y del Fitu con su mirador homónimo son excepcionales atalayas para el disfrute paisajístico, pues ofrecen vistas panorámicas de 360º sobre toda la costa oriental, los valles interiores de la comarca y los Picos de Europa.
La costa, muy abrupta, está recorrida por ACANTILADOS que llegan a alcanzar los 60 metros. Destacan los de Castru Arenes, en Cuerres, los del Infiernu, Tomasón y Arra en Collera, La Atalaya, Guía y Punta´l Pozu en Ribadesella, el faro, Tereñes y Vega.
Entre los acantilados se abren pequeñas calas, como la sorprendente Playa de Guadamía, excavada por la desembocadura del río del mismo nombre, Arra y la Atalaya, de cantos rodados. Pero también queda espacio para grandes arenales: la Playa de Santa marina, en la Villa, formada en la misma desembocadura del Sella, y la Playa de Vega en Berbes, impresionante arenal en estado salvaje al que se accede a través de un desfiladero con caprichosas formaciones rocosas. El conjunto formado por el desfiladero de Entrepeñas y la Playa de Vega ha sido declarado Monumento Natural por su importancia geológica y botánica, dunas fósiles, especies vegetales propias de sistemas dunares, algunas de ellas endémicas.
Igualmente tiene tanta importancia lo que se aprecia en su paisaje como lo que encierra su subsuelo. Con una estructura geológica variada y muy complicada, sus montañas, valles y acantilados son fiel reflejo de gran parte de la evolución geológica desde el primario al Cuartenario. Esta riqueza se manifiesta en la abundante presencia de minerales de interés, los yacimientos de icnitas (huellas de dinosaurio) y la presencia de abundantes cuevas y otras formaciones kársticas.
Las HUELLAS DE DONOSAURIO pertenecientes al jurásico, se encuentran entre las más importantes de España. En los acantilados de la Punta´l Pozu, Tereñes y Playa de Vega, se ven muestras de huellas pertenecientes a dinosaurios herbívoros y carnívoros de distintos tamaños.
La actividad kárstica dejó en Ribadesella numerosas cuevas, la mayoría aprovechadas como habitáculos humanos durante la prehitoria y erradas hoy al público. Sin embargo aún se puede practicar la espeleología libremente en dos cavidades: el TInganón en Lloviu y Cova Rosa en Sardéu.
Pero lo que más sorprenderá al visitante, por su accesibilidad, es LA CUEVONA DE CUEVES, cavidad de casi 400 metros, atravesada por un río y por una carretera por la que se accede al pueblo de Cueves.
Otra muestra de la acción erosiva del agua sobre la caliza son los impresionantes BUFONES, cavidades en forma de chimenea que comunican el mar con la superficie superior de los acantilados y por donde salen expulsadas grandes columnas de agua. Se localizan en los acantilados de Castru Arenes en Cuerres.
HISTORIA
A decir de los expertos, Ribadesella pudo ser durante el Paleolítico una zona con una densidad de población excepcional pues en pocos lugares del mundo se da una concentración de yacimientos, especialmente en cuevas, como en este Concejo.
En los alrededores de la desembocadura del Sella, se sitúa una pequeña sierra denominada “Macizo de Ardines” que concentra el mayor número de cuevas con arte rupestre de todo el norte de España.
En este macizo se sitúa la más conocida de todas las cuevas, TITO BUSTILLO, descubierta en 1968. Su interior, con mas de 1 kilómetro de galerías llenas de estalactitas y estalagmitas, se encuentra profusamente decorado en casi todos sus rincones ofreciendo un variado muestrario de técnicas (grabado, policromía, pintura plana) y épocas artísticas. Por motivos de seguridad y conservación sólo se visita una pequeña parte, pero probablemente la más espectacular. En el conocido como “Gran Panel” aparecen superpuestas imágenes de gran tamaño de ciervos, renos y caballos, dibujados con una técnica absolutamente realista y pintados con llamativos colores. Otras galerías como el Camarín de las Vulvas, la covacha de la ballena, el camarín de los caballos grabados no son visitables, pero contribuyen a reforzar el carácter , singular de este santuario.
Sobre la entrada a Tito Bustillo se sitúa LA CUEVONA, cueva visitable de grandes dimensiones, donde en verano se ofrecen conciertos de música clásica.
ARQUITECTURA
El Concejo tiene dos iglesias románicas, la de Santa María de Xuncu, en Xuncu, de finales del siglo XII y la de San Salvador de Moru del XIII. Ambas fueron destruidas en la última guerra. Restaurada la primera de manera poco ortodoxa y rehabilitada la segunda con financiación popular en el año 2014/2015. Las dos son sencillas y rurales y su origen está ligado al Camino Costero de Santiago que tras pasar por Cuerres, se dividía en Arra. Un ramal seguía por la costa, hacia la antigua Iglesia de Santa Mª del Puerto y la Capilla de Santa Ana y otra giraba hacia San Martín de Collera. Adscrita al culto marinero está la ermita renacentista de Guía, patrona de los marineros, dominando la entrada al puerto. La nueva iglesia parroquial de Santa María Magdalena, en la Villa, alberga en su cúpula pinturas de los hermanos Uría Aza.
Hablando de arquitectura, destacan entre los edificios civiles, el Palacio de Prieto-Cutre del siglo XVI, hoy Ayuntamiento de Ribadesella y otras fachadas vecinas que componen uno de los cascos antiguos mejor conservados de Asturias. Destacan también la Casa de Ardines, la de Prieto-Colaldo y la Casa del Escudo, donde nació el pintor Darío de Regoyos, introductor del impresionismo en España. Ribadesella mantiene igualmente magníficos ejemplos de arquitectura modernista de principios del siglo XX, fruto de la repatriación de capitales indianos del veraneo de la aristocracia. En la villa se localizan el Palacete de Villar y Valle en La Atalaya y el Hotel marina, mientras que en la Playa hay ejemplos como Villa Rosario o la Casa de la Marquesa de Argüelles. En la zona rural, además de los populares molinos, hórreos y caserías, hay casonas nobiliarias como la de Ruíz Junco en San Esteban de Leces, la Torre y Palacio de Junco, el Palacio de Alea, el de Sierra Mayor en Sebreñu, el Palacio de Torre, el del Tarabuxin en Camangu, el del Retiro en Meluerda y el conjunto palaciego de La Piconera.
FIESTAS
El descenso del Sella o Les Piragües es la mayor fiesta local y la Fiesta de Asturies por excelencia, declarada de Interés Turístico Internacional. Creada en 1930 por Dionisio de la Huerta, tiene dos vertientes, la deportiva (carrera de piragües entre Arriondas y Ribadesella) y la folklórica, integrada por los selleros, que ataviados con la montera picona y chaleco participan en la infinita fiesta que acompaña la bajada del Sella.
Otras fiestas notables son Santa Marina y Guía, con saleas o excursiones rituales en lancha por la bahía de Ribadesella. Viernes Santo con carrera de caballos por la Playa de Santa Marina. San Juan con una inmensa hoguera en el Prau de San Juan, San Miguel en Septiembre en el popular barrio del Cobayu, San Lorenzo en Cuerres, con una amplia muestra o feria de quesos asturianos y La Velilla en Meluerda.
TRADICIONES Y FOLKLORE
Las esbillas y andechas y magüestus, reuniones vecinales para las faenas agrícolas, fueron también excusa para la propagación de ritos y creencias. Los folkloristas del siglo XX recogieron en las aldeas riosellanas, abundantes testimonios sobre diversas creencias religiosas, como el Carro de la Muerte o la Güestia, u otras relacionadas con los poderes de la luna, el arco iris o los eclipses y otras más populares como el devastador Ñuberu, la Xana, el Diañu Burlón o el archiconocido y travieso Trasgu. A estos seres mitológicos se les ha dedicado en la Villa de Ribadesella la denominada «Ruta Mitológica» con paneles interpretativos ubicados en el Paseo de la Grúa.
En este paseo se encuentran también los murales de la Ruta Histórica del Puerto, que refleja la historia condensada de Ribadesella a través de viñetas realizadas por Mingote y textos del escritor y cronista local Tony Silva. Junto a ellos se localiza La Fuentina protagonista de la obra «La Fonte del Cay» del escrito Pín de Pría. Hablando de bailes locales, además de la giraldilla o jota, en Ribadesella existe la Danza de Arcos, un solemne ritual marinero que se danza portando arcos engalanados. Estando practicamente agotada la carpintería de ribera, subsiste la construcción de piragües, Y hablando de cerámica, pequeños hórreos, amuletos tradicionales, vasijas y Guruxos, los populares búhos riosellanos.
GASTRONOMÍA
El gran protagonista es el mar, con sus cotizadas angulas, merluza del pincho, calamares de potera, mariscos, rollo de bonito, xáragu, fabes, y caldereta riosellana. Sin olvidar a la última estrella de la cocina asturiana, el cachopo. En Collera la familia Serrano continua produciendo sus exquisitos licores. En primavera se celebran las Jornadas Gastronómicas del Mar, en Otoño y La Folixa de la Sidra y cada miércoles se celebra en la Villa el mercado local donde se pueden encontrar todo tipo de manjares de la zona.