El Chorrón de Villamayor: un rincón mágico entre montañas y agua
En pleno corazón de la montaña oriental asturiana, escondido entre bosques de hayas y robles, se encuentra uno de los rincones más encantadores del concejo de Piloña: El Chorrón de Villamayor. Este salto de agua, pequeño pero lleno de encanto, es un destino ideal para quienes buscan conectar con la naturaleza y disfrutar de la tranquilidad del entorno rural asturiano. Siendo además, una ruta perfecta para realizar con niños.
Itinerario.
El camino hacia el Chorrón es en sí mismo parte de la experiencia. La ruta, sencilla y bien señalizada, parte desde el pueblo de Villamayor, muy cerca de Infiesto, y discurre junto al río Infierno, entre praderas, castaños centenarios y el murmullo constante del agua. Es un recorrido apto para todos los públicos, perfecto para hacer en familia o con amigos, y especialmente bonito en primavera y otoño, cuando el caudal del arroyo es mayor y el bosque se viste de colores intensos.
La cascada.
Al final del sendero, el sonido del agua guía los pasos hasta el Chorrón, una cascada que se desploma entre rocas cubiertas de musgo creando una pequeña poza de aguas cristalinas. El ambiente es fresco, húmedo y lleno de vida. No es difícil entender por qué este lugar es uno de los tesoros naturales más fotografiados de la zona.
Además, Villamayor y sus alrededores ofrecen mucho más: gastronomía casera, vistas a los Picos de Europa y la hospitalidad característica de los pueblos asturianos. Una excursión al Chorrón puede ser el punto de partida perfecto para descubrir otros rincones de Piloña, como Espinaredo o el monte Cayón.
El Chorrón de Villamayor no es solo una cascada: es una invitación a detenerse, respirar y dejarse llevar por la calma del agua y el verde del bosque. Un pequeño paraíso que demuestra, una vez más, que en Asturias la naturaleza siempre guarda un rincón sorprendente para quien se atreve a explorarla.
