Un artículo que recorre tres de los destinos más atractivos del oriente de Asturias: Cangas de Onís, Llanes y Ribadesella. Perfecto para planear una escapada en cualquier épica del año.
1. Cangas de Onís
Situada en el valle del río Sella y sus afluentes, Cangas de Onís es “puerta” de los Parque Nacional de los Picos de Europa y destino ideal para quienes buscan naturaleza, historia y gastronomía.
Qué ver y hacer
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El emblemático Puente Romano de Cangas de Onís (aunque la actual versión no es estrictamente romana) sobre el río Sella, símbolo de la villa.
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El Santuario de Covadonga y los lagos (Enol, Ercina), en plena montaña, para senderismo y contemplación.
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Mercado dominical, quesos tradicionales (como el Gamonéu), sidra, ambiente auténtico de pueblo asturiano.
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Actividades al aire libre: pesca de salmón en el Sella, rutas de montaña, naturaleza.
Consejos prácticos
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En temporada alta, el aparcamiento en el centro puede costar. Si vas en coche al Santuario o los lagos, asegúrate de consultar horarios de acceso.
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La gastronomía merece un momento: sidra espichada, quesos, platos de montaña.
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Si te interesa la historia, considera que el municipio conserva conexiones con antiguas gestas asturianas.
2. Llanes
Ubicada en la costa oriental asturiana, Llanes combina villa marinera, playas de película y un amplio patrimonio cultural.
Qué ver y hacer
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Su casco histórico (villa de Llanes) está declarado Conjunto Histórico-Artístico, con casonas de indianos, puerto vivo y la obra artística de Los Cubos de la Memoria en el muelle.
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Playas espectaculares: más de 30 playas en el concejo, calas escondidas, acantilados y fenómenos naturales como los bufones (por ejemplo, los Bufones de Pría).
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Actividades de naturaleza: rutas de senderismo, paseo por acantilados, mar y montaña combinados.
Consejos prácticos
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Es ideal para una escapada de día si te hospedas en Cangas o en la zona montañosa. Muy recomendable con coche para explorar las costas y calas.
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Como pueblo costero, por la tarde es un buen momento para pasear por el puerto y disfrutar de la puesta de sol.
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En temporada alta, las playas más populares suelen llenarse: para tranquilidad, busca calas menos conocidas o madruga.
3. Ribadesella
Ribadesella mezcla mar y montaña, historia antigua y paisaje costero, con todo el encanto del litoral asturiano en su máxima expresión.
Qué ver y hacer
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La playa de Playa de Santa Marina, amplia y bien equipada, que se abre a la ría y al Cantábrico.
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El casco antiguo: calles como la Calle Oscura, plazas con sabor, arquitectura marinera. Arte rupestre y patrimonio prehistórico: la Cueva de Tito Bustillo es uno de los grandes atractivos del concejo.
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Actividades como kayak por la ría, paseos, explorar la costa, disfrutar de la naturaleza.
Consejos prácticos
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Si el tiempo acompaña, una jornada costera en Ribadesella puede ser perfecta: playa por la mañana, paseo histórico por la tarde.
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Transporte: aunque hay conexiones, moverse en coche facilita mucho la visita a calas, miradores y rincones más tranquilos.
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Buena opción para combinar naturaleza y relax.
¿Y cuál elegir? O mejor aún: ¿por qué no los tres?
La gran ventaja de estos tres destinos es que están suficientemente próximos para plantear una ruta de 2-4 días en el oriente asturiano: montaña, costa, naturaleza y cultura.



